En la carretera rumbo hacia Argentina nos pillo la noche antes de cruzar la frontera, estábamos a unos 7 kilómetros y no teníamos la intención de llegar de noche. Tuvimos que buscar un lugar antes que siguiera oscureciendo, vimos cerca de la carretera una casa que ofrecía alojamiento y comidas, consultamos por un lugar donde estacionar la kombi por la noche ya que la idea era partir temprano por la mañana. en ese hogar que nos dio refugio conocimos a la señora Oli y Carlos dos bellas personas, desde que llegamos nos acompañaron y ayudaron recomendándonos que al cruzar la frontera solo lo hiciéramos con comidas cerradas para evitarnos los problemas de aduana, la solucionen era simple comernos TODO lo que teníamos abierto. Por lo que un días como era inicialmente se transformaron en 4 días de abundantes comidas y gratas conversaciones donde se hablaron hasta de futuros negocios.
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