miércoles, 8 de junio de 2011

Hermenegildo

El balneario que nos recibió fue praia do Hermenegildo, un pueblito muy pequeño que nos tenía reservado un lugar a la orilla de la playa para pasar nuestra primera noche en Brasil, ahí estacionamos y descansamos. Ya al día siguiente, caminando y recorriendo el pueblo conocimos a una familia gentil y súper moderna para las características del lugar, eran los dueños del único ciber-café. Conversado con ellos pasamos rápidamente de ser clientes a ser amigos. Con las dificultades que otorga la diferencia de idiomas, logramos comunicarnos perfectamente los 5 días que  pasamos en su casa, aprendiendo las primeras palabras y claves del portugués, disfrutando del incomparables gusto de la feijoada con arroz y farofa de mandioca, asombrados por las míticas pinturas de la dueña de casa y por sobre todo, agradecidos por el cariño y las atenciones que nos ofrecieron….fue un buen recibimiento de este Brasil que nos comienza a encantar.