Carla nos recibió en su casa un día sábado de tarde, donde con las primeras conversaciones supimos que teníamos muchas cosas en común y que seria una experiencia que dejaría huellas. Ella viajaría a Chile al final de esa semana, por lo tanto nuestra estadía ahí, seria muy productiva en la práctica del español y los consejos varios para moverse en nuestra gran capital.
Aprovechamos los últimos días de sol del invierno que se aproxima para visitar la escuela donde trabaja Carla como docente y participar con el un hermoso grupo de adolecentes que se forman para ser otras futuras profesoras de educacion inicial. Por otro lado conocimos el Parque Guarita, los morros de Torres, las extensas playas y un sin fin de historias y experiencias sobre globos aerostatitos (el pasatiempo de Carla hace mas de 10 anos), las bondades de Chile y lo que significa hacer este viajecito en kombi. Con ella hasta el día de hoy mantenemos la comunicación y una muy buena amistad.
Pd 2: Nuestro amigo Oli II (el ratón), aun sigue siendo nuestro compañero de viaje, ya la única solución fue sacar todo, todo, todo, solo la lata…. muebles, heladera, ropa, comida, artículos varios, todo fuera!!!
Para nosotros era misión cumplida, celebramos e hicimos una buena despedida con pizzas, risas y buenas energías… para finalmente cuando llego la hora de ir a dormir, el famoso ratoncito nos recibió nuevamente con el sonido de sus patas rascando la madera….ya es como una pesadilla.
El día que nos despedimos de Torres, estuvo marcado por esos momentos que solo regala la naturaleza, y solo lo aprecian los madrugadores….la salida del sol por el atlántico para nosotros sigue siendo una novedad.
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